La hora feliz y un neuroconsejo: cómo cultivar la alegría

 

¿Te sientes aburrido?
La ciencia demuestra que puedes aumentar la felicidad dedicando tiempo a pequeños momentos de placer a lo largo del día.

Otro enfoque afirma que, al practicar determinadas emociones, se puede "recablear" el cerebro. Tu cerebro crea nuevas conexiones que te facilitan cultivar automáticamente esas emociones en el futuro. Así, cuando empiezas a sentir una emoción negativa, como la tristeza o la frustración, puedes cambiar más fácilmente ese sentimiento negativo por uno positivo, como el asombro o la gratitud.

Construir la aptitud mental y emocional:

Mejore su funcionamiento emocional y cognitivo desarrollando la aptitud mental

"Cultivar las emociones positivases, en cierto modo, similar a desarrollar la memoria muscular. Si practicas los patrones de los dedos para un acorde en el piano, unos minutos cada día, eventualmente tus dedos tocarán esas cuerdas sin pensar, con poco esfuerzo de tu parte, ya que estas habilidades se han arraigado y se han convertido en una segunda naturaleza.

  • Construyes el músculo mental de la misma manera que construyes tus bíceps, tríceps y glúteos. Muchas repeticiones.

Para iniciar este viaje hacia la vida alegre, necesitamos integrar la atención plena y el optimismo en cada hora de la semana de trabajo, de modo que sea más fácil cultivar emociones positivas en el futuro.
¡Aquí tienes un ejemplo que puedes seguir para ayudarte a tomar impulso!

Neuro-Tip de la hora feliz:

  • Fija la intención y comprométete a practicar este ejercicio de la "hora feliz" a lo largo del día, todos los días, para poder obtener beneficios a largo plazo.
  • Es una buena idea programar un temporizador para recordar -almenos al principio- que hay que dedicar pequeños momentos a esta práctica una vez cada hora.

Entonces,

  • Da 2 o 3 bostezos profundos y conscientes y estira lentamente tu cuerpo, relájate profundamente y deja que tus ojos se cierren.
  • Realiza un movimiento súper lento y consciente, llevando tu conciencia a tu cuerpo, notando cualquier pensamiento o sensación que surja con cada movimiento.
  • A continuación, recupera un recuerdo cariñoso o imágenes de experiencias pasadas que te hagan sonreír y te llenen de gratitud; entonces sumérgete en el sentimiento de alegría ese recuerdo te trae. Intenta visualizar y sintiendo que la gratitud y la alegría llenan tu cuerpo. Saboréalo y sube el volumen.
  • Sé creativo: prueba este ejercicio con cualquier experiencia positiva y edificante que hayas tenido.

Por una vida alegre,

Fanny 🙂 .